"Reducen la producción de metano en los rumiantes mediante la adición de aceites vegetales en la dieta.
La Facultad de Veterinaria de León acoge un seminario sobre estrategias para promover los sectores ovino y caprino en el actual contexto mundial
El metano, uno de los gases de efecto invernadero, está en el punto de mira de los científicos. Un grupo de ellos se reunió hoy en León para debatir si es posible reducir las emisiones de este compuesto que proceden de los rumiantes. La ganadería ocasiona entre el 30 y el 40% de todo el metano que la actividad humana expulsa a la atmósfera. El investigador argentino Diego Morgavi expuso en la Facultad de Veterinaria sus investigaciones en la materia. Un trabajo experimental que ha dirigido ha logrado reducir la producción del gas mediante la adición de aceites vegetales en la dieta de los rumiantes."
Aquí podéis leer la noticia completa.
Y quizá os preguntéis qué es lo que me parece indignante. Pues bien, me parece indignante que, entre todos los gases de efecto invernadero que podían elegir para la investigación, entre todas las emisiones a la atmósfera que deberían reducirse, les interesen especialmente los pedos de vaca (perdón, pero es que es la pura verdad). Y es que en casos como estos, el capitalismo y su afán de lucro me da verdadero asco, en serio.
P.D.: Si alguien está interesado en las mencionadas noticias, siéntase libre de pedirme dicho resumen de prensa y se lo enviaré gustosa ^^.
2 comentarios:
pobres vacas... no es culpa suya... ahora, si las vacas trabajaran en fabricas, generasen cantidades epicas de residuos y conducieran hasta para ir a comprar el pan, entonces si seria su culpa... peeeroo...
Haces bien en estar indignada... pero creo que no te has dado cuenta de cuales son las verdaderas implicaciones de esto, o estarías aún más indignada.
¿No te das cuenta de que, después de tratar de reducir el metano que emiten las vacas, el siguiente paso será tratar de reducir el metano que producimos los humanos?, las vacas son solo el paso previo, el experimento para, posteriormente, obligarnos a nosotros a seguir el camino de los rumiantes o, como en aquel episodio de southpark, terminar rebentando por no poder ni tirarnos un cuesco a gusto.
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