"Los recuerdos trascienden el paso del tiempo sin cambiar, las manzanas que anuncian la llegada del Invierno saben a un Verano ya pasado."

domingo, 27 de enero de 2008

La Dama de Shallot


I parte

A ambos lados del río se despliegan
anchos campos de cebada y centeno,
que decoran la tierra y se reúnen con el cielo;
y a través del campo se extiende el camino
que va hacia las torres de Camelot;
y la gente va y viene,
contemplando el lugar donde se balancean los lirios
alrededor de la isla de allí abajo,
la isla de Shallot.

Los sauces palidecen, tiemblan los álamos,
Las leves brisas se ensombrecen y tiemblan
en las olas que discurren sin cesar
por el río que rodea la isla
fluyendo hacia Camelot.
Cuatro muros grises y cuatro torres grises,
dominan un lugar rebosante de flores,
y la silenciosa isla aprisiona
a la Dama de Shallot.

Por la orilla, cubiertas por los sauces,
se deslizan las pesadas barcazas
tiradas por lentos caballos; e ignorada
navega la chalupa con revoltosa vela de seda
rasurando las aguas hacia Camelot:
pero, ¿Quién la ha visto agitando su mano?
¿O asomada en el marco de la ventana?
¿Acaso es conocida en todo el reino
la Dama de Shallot?

Sólo los segadores, segando temprano
entre la espesura de cebada,
escuchan un canto que resuena vivamente
desde el río transparente que serpea,
hacia las torres de Camelot:
Y a la luz de la luna, el cansado segador,
apilando los fajos en aireadas mesetas,
al escucharla, murmura: “Es el hada
Dama de Shallot”.

II parte

Allí, noche y día, teje
un mágico lienzo de alegres colores.
Ha oído un susurro advirtiéndole
que una maldición caerá sobre ella
si mira hacia Camelot.
Desconoce el tipo de que maldición es,
y debido a ello teje sin parar,
sin preocuparse de nada más,
la Dama de Shallot.
Y moviéndose a través de un cristalino espejo
colgado todo el año ante ella,
aparecen las tinieblas del mundo.
Ve la cercana calzada
discurriendo hacia Camelot:
ve los arremolinados torbellinos del río,
los rudos patanes pueblerinos,
y las capas rojas de las muchachas,
provinientes de Shallot.

A veces, un grupo de alegres damiselas,
un abad deambulando,
a veces, un pastorcillo con bucles en el pelo ,
o un paje con melena y vestido carmesí,
van hacia las torres de Camelot;
Y a veces, a través del azul espejo
los caballeros vienen cabalgando en pares:
No tiene un caballero leal y franco,
la Dama de Shallot.
Pero aún gozando en tejer
en su lienzo las visiones del mágico espejo,
-cuando a menudo en las noches silenciosas
un funeral, con velas, penachos
y música, se dirigía hacia Camelot;
o cuando la luna estaba en lo alto,
y llegaban dos amantes recién casados-
“Cansada estoy de las sombras”,
dijo la Dama de Shallot.

III parte

A tiro de arco de su alero,
cabalgaba entre los fajos de cebada,
el sol resplandecía por entre las hojas,
y llameó en las grebas de bronce
del intrépido Lanzarote.
Un cruzado de rodillas para siempre
ante una dama en su escudo,
que resplandecía entre los dorados campos, cercanos a la remota
Shallot.

Las engarzadas bridas brillaban libres,
como las ramificaciones estelares que vemos
suspendidas en la áurea Galaxia.
Alegres resonaban los cascabeles
mientras él cabalgaba hacia Camelot:
y de su ostentoso tahalí colgaba
un poderoso clarín de plata,
y al galope su armadura repicaba,
cerca de la remota Shallot.
Bajo el azul del despejado día
brillaba la lujosa montura de cuero,
el yelmo junto con su pluma
ardían juntos en una única llama,
mientras él cabalgaba hacia Camelot.
Como suele suceder en la purpúrea noche,
bajo radiantes constelaciones,
algunos meteoros, trayendo una estela de luz gravitan sobre la
apacible Shallot.
Su frente clara y amplia resplandecía al sol;
con cascos bruñidos pisaba su caballo;
bajo el yelmo flotaban sus rizos
negros como el carbón mientras cabalgaba,
mientras cabalgaba hacia Camelot.
Desde la orilla y el río
Brilló en el cristalino espejo,
“Tirra lirra”, por el río
cantaba Sir Lancelot.

Ella dejó el lienzo, dejó el telar,
dio tres pasos por la habitación,
vio florecer el lirio en el agua,
vio la pluma y el yelmo,
y miró hacia Camelot.
La tela salió volando y ondeó en el vacío;
El espejo se quebró de lado a lado;
“la maldición cae sobre mí”, gritó
la Dama de Shallot.

IV parte

Tensos, bajo el tormentoso viento del este,
los dorados bosques empalidecían,
la corriente gemía en la ribera,
el cielo encapotado llovía fuertemente
sobre las torres de Camelot;
Ella descendió y halló una barca
flotando junto al tronco de un sauce,
y alrededor de la proa escribió
“La Dama de Shallot”.

Y en la oscura extensión río abajo
-como un audaz vidente en trance,
contemplando su infortunio-
con turbado semblante
miró hacia Camelot.
Y al final del día
la amarra soltó, dejándose llevar;
la corriente lejos arrastró
a la Dama de Shallot.

Yaciendo, vestida con níveas telas
ondeando sueltas a los lados
-cayendo sobre ella las ligeras hojas-
a través de los susurros nocturnos
navegó río abajo hacia Camelot:
Y yendo su proa a la deriva
entre campos y colinas de sauces,
oyeron cantar su última canción,
a la Dama de Shallot.
Escucharon una tuna, lastimera, implorante,
tanto en voz alta voz como en voz baja,
hasta que su sangre se fue helando lentamente,
y sus ojos se oscurecieron por completo,
vueltos hacia las torres de Camelot;
Y es que antes de que fuera llevada por la corriente
hacia la primera casa junto a la orilla,
murió cantando su canción,
la Dama de Shallot.
Bajo torres y balcones,
por muros de jardín y tribunas,
con brillante esbeltez pasó flotando,
entre las casas, pálida como la muerte
y silenciosa por Camelot.
A los muelles acudieron,
caballeros y burgueses, damas y lores,
y en torno a la proa su nombre leyeron,
La Dama de Shallot.
¿Quién es? ¿Y qué hace aquí?
Y junto al iluminado palacio,
cesaron los sones de vitoreo real;
y temerosos se persignaron
todos los caballeros de Camelot:
Pero Lancelot se quedó pensativo;
dijo, “Tiene un rostro hermoso;
Dios, en su bondad, la llenó de gracia,
a la Dama de Shallot”.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

OOOhh, ahi te has lucido, quien lo ha escrito..??

Syg dijo...

Tennyson xD

Unknown dijo...

Ahh, pues no me digas como pero lo he leido entero...XD

Syg dijo...

Imagino que serás el único xD

Anónimo dijo...

No, no es el único, yo también me lo leí entero, pero no he tenido ganas de postear antes.


Es curioso, casi parece un poema en castellano. La traducción del inglés está muy bien hecha, pero creo que me gustaría aún mas en inglés.

Syg dijo...

En inglés está por internet... De hecho, yo me lo leí primero en inglés y luego lo busqué en español para postearlo ^^.

Bueno, ya son dos personas las que se lo han leído entero, a ver quien más xD

Nerusky dijo...

Pobre dama de Shallot.. u_u´´ pero muy bonito ^^ Secundo que en ingles debe de molar más xD

Lord Balin dijo...

Son las doce de la noche, tedría que estar estudiando Física, haciendo una lámina de plástica y repasar los apuntes de literatura...bah, que les den ^^. Mola el poema (no me preguntes de donde he sacado fuerzas para leerlo entero xD)la Dama me ha recordado a alguien....xDDD. En fins, buenas noches, Dama de los Bosques ^^

Syg dijo...

Bah, eso de estudiar es una tonteria... Por que hacer hoy lo que puedes dejar para mañana? xD

Pablo Sánchez dijo...

Hola....

yo me enamoré de la dama de Shallot...

maravilloso poema, es la mejor traducción que he encontrado.

Anónimo dijo...

Si os gusta la música New Age (tipo Enya) existe una versión cantada de Lorenna McKennitt en inglés que pone los pelos de punta. Para "buscarla" por ahí se titula "Lady of Shallot" y está incluida en la Banda Sonora de la película "Leolo", que también os recomiendo.