Cosas indignantes

Ya era hora de actualizar, asín que... Un par de cosillas indignantes que resumen a la perfección mis dos meses de vacaciones:

1. Que Robert Pattinson haya quedado por encima de Brad Pitt y Hugh Jackman en la lista de los “más sexys”. Argh.
   

2. La carencia de contenido sexual y mujeres inteligentes de los cuentos tradicionales con respecto a los cuentos “escandinavos”. Está muy bien eso de que sean las mujeres quienes rescatan príncipes y se dejan las botas en el camino mientras ellos esperan sentados lamentando su mala suerte. Hagamos hincapié además en que en todos abundan la cerveza y las torturas y castigos sangrientos. Como ese en el que meten a un hombre en un barril claveteado y hacen que sea arrastrado por cuatro caballos (no vaya a ser que dos sean pocos). Además es curioso que todos los malos estallen siempre en cantos rodados… Las brujas no son especialmente malas, sólo especialmente feas. Y retorcidas con ganas, dicho sea de paso. Grandísimo ejemplo: pag 115. En otro orden de cosas: página 106, Stompe Pilt. Moraleja: todos los gigantes son estúpidos. Ser valiente mola, sobre todo si vas armado y te enfrentas a un gigante estúpido. Todo se resuelve a base de flechas, palos, hachazos (para cortar cabezas de brujas vienen de miedo) y demás historias. Dejo el link por si os interesa ^^.
   

3. La absoluta falta de coordinación entre las señales verticales, las marcas viales y demás. Cruces con un ceda vertical y un stop vial cerca de tráfico, por ejemplo. Me encanta conducir, ahora que ya puedo, pero mi odio sistemático hacia la DGT y Hacienda se ha incrementado considerablemente...

Como realmente me indignan un montón de cosas supongo que terminará habiendo más entradas de este estilo.

Egooo ^^

En fin, entrada chorra donde las haya, pero es que me aburro ligeramente y no me apetece escribir ninguna de las entradas que tengo pendientes y que me he prometido a mi misma escribir tarde o temprano (espero que temprano...).

Pues bueno, estoy yo aquí tumbada en la cama, notando como me sudan las rodillas (creo que me habéis entendido) y me he dado cuenta de que nunca, creo, había dicho lo contenta que me siento de haber crecido un poquito mentalmente y haberme dado cuenta, con el paso de los años, de algo que ahora mismo me parece crucial. No voy a ponerme a despotricar como me gustaría porque le prometí al Karma que si convencía a mi examinador de que no soy un peligro al volante me iba a portar bien y a no pensar ni decir, voluntariamente, nada malo de nadie durante un mes. Así que la entrada sobre el ascazo generalizado que le tengo a la mayoría de las tribus urbanas y las modas estúpidas tendrá que esperar. Volviendo a la revelación esta. Hace un año aproximadamente, no sabría especificar más, me di cuenta de que estoy lo suficientemente segura de quién soy, y totalmente convencida de que me da bastante igual lo que piensen los demás de mi, como para poder llevar cualquier tipo de camiseta, pantalón, zapatillas y demás archiperres textiles que se me antojen, me parezcan bonitos y/o curiosos. Me di cuenta de que no necesito demostrarle nada a nadie, y que por tanto estoy libre y no sujeta a las modas tales como las new rock, las medias de rejilla de los chinos puestas en los brazos, los pentagramas, las cruces invertidas, las cadenas y demás cosas que la gente de hoy en día cree necesarias para reafirmarse en lo que son. Soy libre de llevar cosas de colorines o fosforitas, ropa negra, vaqueros, pitillos o faldas normalitas, que siempre quedan bien. Soy libre de llevar el corte de pelo que se me ponga en la punta de la nariz, o peinarme como me de la gana. Y eso, queridos seguidores, esa sensación de libertad, es algo de lo que me siento bastante orgullosa ^^.